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Sobre el autor : Masia Can Rodon

Seguramente que en muchas ocasiones has tenido que ir a una elegante comida o cena, una boda, o a un acto social de gran importancia. Y es entonces cuando te has preguntado por ese protocolo en la mesa que debes seguir a partir del momento en que te sientas a comer. Aunque se trate de una serie de normas clásicas y estandarizadas, marcan todavía hoy ese modo de comportamiento que rigen en nuestra sociedad y que siempre es bueno conocer y dominar.

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Puedes seguir este protocolo de un modo más fiel, o no tan al pie de la letra, pero está claro que conocer ese lenguaje de los cubiertos, siempre te va a ser beneficioso con vistas a una buena consideración social. En resumen, que quedarás de maravilla ante los demás.

Por otro lado, este lenguaje se basa en unos patrones de conducta, que por mucho tiempo que pase, siempre estarán bien vistos y formarán parte de ese código de la buena educación.

Protocolo en la mesa: La posición de los cubiertos y su uso correcto

Las normas de protocolo en la mesa son muy sencillas, y vamos a comenzar con la posición de los cubiertos en la mesa: como podrás observar, delante de ti se encuentra un plato, rodeado por los correspondientes cubiertos: cucharas, cuchillos y tenedores.

Si se trata de una comida sencilla, el protocolo en la mesa será suficiente con los utensilios más básicos a cada lado del plato. Pero si se trata de una comida importante y/o larga, es muy probable que encuentres más cubiertos rodeándolo.

En lo referente a la posición de los cubiertos en la mesa, distribuidos del modo más adecuado, a la derecha del plato deben estar correctamente colocados las cucharas y los cuchillos, siempre comenzando por la cuchara en el extremo derecho, un cuchillo algo más pequeño para las entradas (justo al lado), y a su izquierda, el cuchillo tradicional de mesa (en ambos casos, con los filos hacia el interior de la mesa).

Lo mismo ocurrirá con los tenedores, que irán siempre a la izquierda del plato, ya que en el extremo izquierdo deberá ir el tenedor de entrada, y junto a él, justo al lado del plato, el tenedor de mesa, de mayor tamaño que el anterior.

Sobre la cuchara y los cuchillos hacia la derecha, encontrarás dos copas, siendo siempre la de la derecha para el vino blanco, y la de la izquierda para el vino tinto. Un poco más alejada hacia la izquierda, contarás con una copa más pequeña para el agua.

Frente al plato, tendrás disponible un tenedor, y sobre él (más hacia el centro de la mesa), una cuchara (ambos para el postre). A su izquierda, alrededor del plato, dispondrás del platillo de pan, y colocado sobre el mismo, un pequeño cuchillo para untar la mantequilla.

Todos los cubiertos, deberán guardar una distancia aproximada con el plato de unos 4 centímetros.

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Es hora de comer, pero… ¿por qué cubierto debes empezar? El uso correcto de los cubiertos tiene un truco: siempre comenzarás con los cubiertos que están más alejados del plato (cogiéndolos del exterior al interior). Si la cuchara va a la derecha del todo, es porque probablemente haya una sopa o algún plato de gazpacho, una crema, un salmorejo, etc.

En cuanto a los entrantes, ocurre lo mismo, ya que deberás utilizar los cubiertos desde la parte externa a la más interna. Es evidente que necesitarás primero el tenedor pequeño porque es el que se utiliza para las entradas. En cuanto al tenedor y el cuchillo grandes, harás uso de ellos sólo con el plato principal.

Con las copas pasa lo mismo, ya que se suele utilizar primero el vino blanco para combinar con los entrantes, y por ello su correspondiente copa está siempre ubicada más hacia la derecha. El vino tinto es más apropiado para un plato principal, y para ello utilizarás la segunda copa. Pero si tu opción es el pescado, puedes continuar perfectamente con el vino blanco.

Aunque en muchos casos, los cubiertos para el postre no se ponen en la mesa hasta que llega el momento se saborear ese final feliz, el protocolo los ubica en la mesa desde el principio. Por tanto, esos cubiertos que van en la parte superior del plato, son los últimos que siempre debes utilizar en la mesa. En ningún caso, deberás hacer uso de alguno de estos dos cubiertos para los entrantes (uno de los errores más comunes).

El lenguaje de los cubiertos en la mesa

El lenguaje de los cubiertos es muy interesante y muy útil a la hora de socializar. Por ello te damos algunas pistas o tips para que conozcas el uso adecuado de los cubiertos.

Por ejemplo, cuando vayas a llevar a cabo alguna pausa durante esa comida o cena, deberás colocar los cubiertos siempre sobre el plato, y en ningún caso sobre sus bordes o el mantel. La posición de esos cubiertos, tratándose generalmente del cuchillo y del tenedor, deberá formar los lados laterales de un triángulo, como si de las cuatro menos diez se tratase en un reloj.

Cuando ya has terminado tu plato, y ya estás en disposición de esperar el siguiente, lo correcto es colocar el cuchillo y el tenedor en cruz, con el tenedor hacia arriba y el cuchillo hacia la izquierda.

Si quieres mostrar tu agradecimiento, puedes posicionar ambos cubiertos hacia la derecha. De ese modo, estarás indicando al personal del restaurante que la comida ha sido de tu agrado. Pero también hay quien muestra claramente que la comida no ha estado a la altura, y para ello lo correcto es colocar los dos cubiertos en la misma posición que en el caso de la pausa (cuatro menos diez), pero introduciendo en este caso la punta del cuchillo entre los dientes del tenedor.

En cuanto a la posición de los cubiertos al terminar de comer, consiste simplemente en alinear los cubiertos rectos (sin tocarse, uno al lado del otro) en la parte central del plato, con lo que estamos dando a entender que ya hemos terminado y que pueden retirar el plato.

Ahora sólo queda la llegada del postre, al que procederás cogiendo el cuchillo situado en la parte superior (o frontal) del plato, si se trata de una pieza de fruta que haya que pelar, o bien con la cucharilla de postre si se trata de un helado o una tarta.

El uso adecuado de la servilleta

Como bien sabes, la servilleta es un factor indispensable en una mesa que quiere cumplir con las condiciones mínimas de un protocolo aceptable. Es algo así como una pieza clave dentro de un conjunto en el que todos los elementos deben estar a la altura.

Pero, ¿dónde debe ir colocada? Puede situarse en diferentes partes, sea sobre el plato o a uno de los lados, pero nunca, por ejemplo, dentro de un vaso o una copa (costumbre totalmente anti protocolaria que en más de una ocasión habrás presenciado).

Sea a la derecha o a la izquierda del plato, lo importante es que siempre se vea ese rótulo o anagrama que representa la marca del restaurante, si lo tiene.

Si eres de los que no sabe cómo debe colocar la servilleta cuando se dispone a comer, te recomendaremos los siguiente: la costumbre más comúnmente aceptada, consiste en desdoblar la servilleta, y colocarla sobre el mismo regazo. Ahora bien, si durante la comida tienes que levantarte, lo ideal es que la cojas y la dejes ligeramente arrugada a la derecha del plato (nunca a la izquierda, ni sobre la silla).

Algo que nunca debes hacer, es rodearla al cuello como si de un babero se tratase. No sólo constituye una costumbre poco estética, sino que denota mala educación. De hecho, aunque la intención sea no mancharse la ropa, es más inapropiado comer con la servilleta sobre el pecho.

Otra duda muy común, es la referente a cuándo se debe utilizar la servilleta. La respuesta es sencilla: sólo para los dedos de la mano en caso de que se manchen un poco, y para la boca después de beber, aunque se trate de agua.

Algo que también debes evitar siempre, es utilizar la servilleta como si de un trapo, un pañuelo o de una toalla se tratase, por ejemplo, para limpiar la mesa o secarse la cara. En cuanto a las manchas de comida en la cara, lo mejor es prevenirlas, y en caso accidental, lo ideal es pasar la servilleta suavemente y con el mayor disimulo posible.

A partir de ahora, serás la estrella en tus actos sociales y disfrutarás de la mesa con total comodidad al seguir estas pequeñas indicaciones de protocolo, que sin duda te harán destacar.

Como ves, no es nada difícil cumplir con el protocolo en la mesa. ¿Te ha gustado este texto tan didáctico? ¿Qué te parece si lo ponemos en práctica y nos cuentas cómo te ha ido?

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